C E C I L I A
En una gran ciudad, vivía Cecy, una hermosa niña de largo pelo negro, piel morena, como la canela y unos grandes y hermosos ojos negros, sus pestañas eran muy largas, pero a pesar de ser tan bellos, siempre estaban tristes, brillaban por las lágrimas siempre contenidas.
Todas las tardes la veías sentada en su ventana, recibiendo el sol en su cara y esos hermosos ojos reflejaban la luz del sol, pero Cecy era ciega de nacimiento y no conocía los colores que la rodeaban, por eso siempre estaba muy triste.
Muchos doctores le habían hecho varios estudios y no habían encontrado la razón de su ceguera, no había ninguna razón médica para su enfermedad. Los estudios decían que Cecy tenía unos ojos normales.
Los padres de Cecilia eran personas muy ricas, pero todo lo hubieran dado gustosos por ver sana a su hija, pues la amaban mucho y no quisieron tener más hijos, para darle a la niña todo el amor que necesitaba.
Le compraban todo aquello que a cualquier niña alegraría, a cualquier otra, pero no a su niña.
Cecy siempre se la pasaba en el balcón de su cuarto recibiendo el sol y la brisa en su rostro, sola, siempre sola.
Una mañana tocaron a la puerta, era una nueva vecina con su hija que iban a presentarse, dos días antes se habían mudado a esta colonia y fueron a ponerse a las órdenes de los papás de Cecy.
La señora Nina era una mujer joven que tenía una hija de la misma edad de Cecy y juntas se presentaron, había algo en estas personas que inspiraba confianza.
Los Sres. robles (los papás de Cecy) invitaron a doña Nina y a Susy, su hija a pasar a tomar un café y a platicar.
Susy pidió permiso para conocer a Cecy y todos fueron al cuarto de la niña ciega. la encontraron en el balcón, mientras la Sra. Robles les contaba acerca del problema de su hija, la señora Nina les dijo que conocía a un médico muy especial, que la curaría, lo dijo con tal seguridad que los señores robles se llenaron de esperanza y le pidieron que les hablara de él
Les comentó que ella fue desahuciada por los doctores por causa de un cáncer avanzado en el estómago y cuando todo estaba perdido, fue curada de tal manera que su estómago fue totalmente reemplazado por uno nuevo. ¿La operaron? preguntaron asombrados. – No simplemente me puso uno nuevo -- ¿es posible eso? ¡Para este médico nada hay imposible!
Los robles estaban dispuestos a todo, no importaba el precio, solo querían ver a su hija sana.
¿Podemos visitarlo ahora mismo? ¿Puede llevarnos a su consultorio? les rogaron con lágrimas en los ojos, -- no es necesario salir, él se encuentra aquí mismo. ¿Pero dónde, donde por favor?
Él es nuestro señor Jesucristo, quien murió por nuestros pecados en la cruz para librarnos de la condenación eterna en el infierno, pero también dice la biblia que él llevó nuestras enfermedades y por sus llagas fuimos nosotros curados.
Si ustedes (les dijo a los tres, quienes estaban llorando) le aceptan como señor y salvador, el no solo va perdonar sus pecados sino que su hija quedará totalmente sana para su gloria.
La familia entera entregó su corazón a cristo y dieron gracias a dios por la enfermedad de Cecy, por que la biblia dice “dad gracias por todo”
Todos estaban llorando, porque sentían la presencia hermosa de dios en esa habitación donde reinaba la tristeza, pero ahora cristo llevaba la felicidad y la salud.
De pronto, cuando Cecilia se limpió sus ojos, los sintió pegajosos y le pidió a su mamá que le ayudara a lavarse y cuando lo hizo y se secó su cara abrió los ojos y tuvo que volverlos a cerrar porque la luz le lastimó, rápido cerraron la ventana y corrieron las cortinas para que no entrara la claridad.
Nuevamente, muy despacio abrió sus ojos, al principio vio todo oscuro, pero al parpadear poco a poco iba enfocando todo lo que había a su alrededor, empezó a llorar, primero despacio y luego fuerte y empezó a gritar, ¡veo, veo, veo, los estoy mirando!
En ese cuarto oscuro todos se arrodillaron llorando, no podían decir ni hacer nada solo daban gracias a dios, Cecilia se abrazó a sus padres temblando.
Ha llegado el domingo, había sido una semana agitada, desde el lunes que Cecilia había sido sana, tuvo que estar un tiempo en su cuarto oscuro para que sus ojos poco a poco se acostumbraran a la luz del sol, por dos días trajo unos lentes obscuros, pero ahora ya no los necesitaba, estaba totalmente sana y se presentaron en la casa de dios para presentar su testimonio
Cuando la iglesia oyó ese testimonio, alabaron a Dios por su fidelidad.
Cecilia y Susana son dos amigas inseparables, hasta el día de hoy.
Amiguito:
Si tienes un problema tú, o tu familia recuerda que Dios está contigo y que es poderoso para ayudarte en todo momento.
No importa si es una enfermedad, un problema de dinero o de trabajo, recuerda que dios te ama y quiere ayudarte, si tú se lo permites, solo tienes, como Cecilia, recibirlo en tu corazón, como tu Señor y Salvador.
Si tú le dices:
Señor Jesús, entra en mi corazón, te recibo como mi señor y salvador, perdona mis pecados y reina en mi vida.
Él entrará y estará siempre contigo, comparte con otros amiguitos de Jesús.
AUTORA: Martha Aydé Régules de Vinalay
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Laura Alejandra Chaparro Orduz (lunes, 31 marzo 2014 22:06)
Es una bendición este programa es
muychebere ver todos los testimonios tan bonitos que ha hecho
DIOS en los niños y niñas en el mundo
ruth quintana (martes, 19 enero 2016 18:49)
Gracias por estos cuentos son excelentes para ayuda en la escuela biblica para los niños.. son ustedes de gran bendicion..