¿Quiénes eran los Amonita?

 

desde el siglo XIII a. C.

hasta el siglo VI a. C..

 

En el estudio anterior tratamos a fondo de quienes eran los Moabitas de manera individual. hoy lo haremos con los Amonitas sabiendo que ambos eran hermanos y descendientes de un mismo Padre. 

 

Lot, el sobrino de Abraham, fue el progenitor de los moabitas y de los amonitas. Después de que Abraham y Lot se separaran (Génesis 13), Lot escogió y se estableció en la ciudad de Sodoma. Cuando Dios destruyó Sodoma y Gomorra a causa de su iniquidad, Lot y sus hijas huyeron a las montañas en el extremo sur del mar muerto, excepto su esposa que miro atrás y se convirtió en estatua de sal. Pensando que eran los únicos que quedaban en la tierra, las hijas de Lot lo emborracharon y tuvieron relaciones de incesto con su propio padre para tener hijos, y así; perpetuar su descendencia tras la destrucción de Sodoma y Gomorra.(Génesis 19:30-38).

 

La palabra dice:  "Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy". Genesis 19:30-38

 

De esta manera la hija mayor tuvo un hijo llamado Moab ("Padre que corre el agua"), del cual hablamos ampliamente en el articulo de Los moabitas.

 

Y la hija menor dio a luz a Ben-ammi ("hijo de mi pueblo"). Los amonitas, descendientes de Ben-ammi, eran un pueblo nómada que vivió en el territorio de la actual Jordania, y el nombre de la ciudad capital fue Aman, refleja el nombre de esos antiguos habitantes.

El territorio Amonita: Los amonitas crecieron como pueblo y se multiplicaron. Se sedentarizaron al este del río Jordán. Su territorio originalmente comprendía desde dicho río hasta el desierto, y del río Jabbok al sur, hasta el río Arnon. Los amonitas fueron expulsados de ese rico territorio por los Amorritas y se retiraron a las montañas y valles que forman la parte oriental del distrito actualmente conocido como El-Belka.

 

Ellos siempre creyeron que su territorio original les pertenecía por derecho, y en épocas posteriores lo reconquistaron y mantuvieron por un período muy largo. Su tierra, aunque no es muy fértil, disfrutaba de agua abundante y excelentes pastos. Ammon, se gloriaba de sus valles y confiaba en sus tesoros. Su capital estaba radicada en Rabbat Amón, donde se han encontrado restos de un templo levantado en honor de Milcom, su dios principal, y una necrópolis de los siglos VIII y VII a. C. En la Biblia se hace referencia a 20 ciudades del país, lo que da idea de que estuviera bastante poblado.

 

Ubicación geográfica: El territorio Amonita se estableció al este del Jordán que coincide aproximadamente con el estado moderno de Jordania. A lo largo de la historia antigua de Israel, encontramos referencias sobre los amonitas. ¿Quiénes eran, de dónde vinieron, y qué pasó con ellos? Los amonitas eran un pueblo semítico estrechamente relacionados con los israelitas que vivían al noreste del Mar Muerto en la región aledaña de Rabá y que peleaban a menudo con los israelitas por la posesión de la zona fértil de Galaad.

 

La tierra de los Moabitas y amonitas Dios se las dio por heredad. En el tiempo de Moisés, las fértiles llanuras del valle del río Jordán fueron ocupadas por los amorreos, los amonitas y moabitas. Cuando Israel salió de Egipto, los amonitas se negaron a ayudarlos, y Dios los castigó por su falta de apoyo (Deut. 23:3-4). Posteriormente, sin embargo, cuando los israelitas entraron en la tierra prometida, Dios les ordenó: "Y cuando te acerques a los hijos de Amón, no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he dado por heredad" (Deut. 2:19). Las tribus israelitas de Rubén, Gad y la mitad de Manasés, reclamaron el territorio amorreo que limitaba con el de los amonitas.

 

Amón, La ciudad principal de los amonitas. Amón, el reino de los amonitas, era apenas un poco más que una ciudad estado que incluía la ciudad capital, Rabá o Rabat-amón (“ciudad principal” o “ciudad principal de los amonitas”), y el territorio inmediatamente circundante. Rabá estaba ubicada en la cabecera del Río Jaboc donde el extremo sudeste de Galaad mira hacia el desierto. La productividad agrícola de Galaad, las aguas del Río Jaboc y la de los arroyos afluentes como así también la ubicación defendible de Rabá hicieron que esta ciudad fuera medianamente importante en tiempos antiguos. Asimismo, la proximidad de los amonitas a Galaad hizo que fueran enemigos constantes de los israelitas, que reclamaban esa ciudad y de hecho tuvieron control sobre ella durante los reinados de ciertos reyes poderosos tales como David, Omri, Acab y Jeroboam II. A pesar de esa relación, por lo general se contaban más como enemigos que como amigos. Enfrentados en periódicas guerras con los israelitas, fueron vencidos en el siglo X a. C. y permanecieron sometidos hasta el año 721 a. C., cuando recuperaron su territorio tras la deportación de los israelitas a Babilonia. Al parecer fueron frecuentes sus alianzas con los moabitas para rechazar o atacar enemigos comunes. Los amonitas tenían muchas otras ciudades además de Rabbath, pero sus nombres han desaparecido.

 

El conflicto de Israel con los Amonitas. El conflicto entre los amonitas y los israelitas se desencadenó ya en los primeros tiempos de la época de los jueces. Los primeros hicieron guerra contra los israelitas de Galaad induciéndolos a apelar a Jefté, jefe de una banda local de asaltantes renegados, para que organizara y liderara la resistencia. Jefté aceptó el desafío, pero solo después de obtener la promesa de parte de los ancianos de Galaad de que, si realmente tenía éxito y derrotaba a los amonitas, sería nombrado gobernador de ese lugar. Al mismo tiempo le hizo una promesa a Yahvéh: “Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, seré de Jehová, y lo ofreceré en holocausto” (Jue. 11:30b-31). Jefté tuvo éxito y los galaaditas se sometieron a su gobierno, pero luego su joven hija salió a saludarlo cuando regresó (Jue. 10:6–11:40).

 

Despojo de israelitas a amonitas del valle del Jordán. Los hebreos decidieron cortar sus relaciones con los amonitas, y quitarles la faja de tierra a lo largo del Jordán, a la que ellos se creían merecedores. Poco después de la muerte de Josué, cuando los Israelitas ya se habían establecido al otro lado del Jordán, los amonitas se aliaron con los moabitas, en el reinado de Eglon, y atacaron a los israelitas, pero los moabitas fueron vencidos y se estableció un largo período de paz.

 

Bajo el liderazgo del rey Saúl, Israel derrotó a los amonitas y los hicieron esclavos. David siguió esa soberanía sobre Amón y más tarde sitió la ciudad capital para consolidar su control. Después de la división de Israel y Judá, los amonitas comenzaron a aliarse con los enemigos de Israel. Amón recuperó parte de su soberanía en el siglo VII a.C., hasta que Nabucodonosor los conquisto unos cien años más tarde. Tobías el amonita (Nehemías 2:19) posiblemente fue un gobernador de la región bajo el imperio persa, pero los habitantes eran una mezcla de amonitas, árabes y otros.

 

Los dioses paganos de los amonitas. Los amonitas eran un pueblo pagano que adoraba a los dioses Milcom y Moloc. 

 

Rituales a Milcom, otra variación de Moloc.. La ley de Moisés prohibió los sacrificios a dicha deidad tanto a los israelitas como a residentes forasteros. Se les castigaba con pena de muerte a todos los que calcinaran a sus hijos para ofrenda a él. Los apóstatas de las doce tribus de Israel quemaron vivos a sus hijos durante mucho tiempo. 

 

Milcom Era el nombre del dios nacional, o quizás un dios popular, de los amonitas. Está atestiguado en la Biblia hebrea y en descubrimientos arqueológicos del antiguo territorio de Amón. Sus conexiones con otras deidades con nombres similares mencionadas en la Biblia y arqueológicamente.

 

Moloch, el dios de los amonitas, a quien las personas fueron sacrificadas, al ser arrojado en el fuego en su estómago. Dios mandó a los israelitas a no casarse con estos paganos, porque los matrimonios mixtos conducirían a los israelitas a adorar a dioses falsos. Moloc fue un dios de fuego con el rostro de un ternero; sus imágenes tenían los brazos extendidos para recibir a los bebés que fueron sacrificados a él.

 

Así como su dios, los amonitas eran crueles. Cuando a Nahas amonita se le pidieron las condiciones de una alianza "Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel". (1 Samuel 11:2), él propuso sacar el ojo derecho de cada varón israelita. Amós 1:13 dice que los amonitas abrían a las mujeres que estaban encintas en los territorios conquistados. La biblia dice: "Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de los hijos de Amón, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque para ensanchar sus tierras abrieron a las mujeres de Galaad que estaban encintas".

 

El rey Acaz fue gobernante en la región de Judá. Él 'quemó a sus hijos' como acto de adoración a este ídolo. Así, imitó la misma forma de actuar de las naciones que el Señor detestó. Al parecer la costumbre comenzó en su época. Aun hizo pasar por fuego a su hijo:

 

Esto describe la participación de Acaz en la adoración a Moloc. El dios pagano (o, demonio, con más exactitud) Moloc era adorado calentando una estatua de metal representando al dios hasta que estaba ardiendo, y entonces colocaban a un niño vivo en las manos estiradas de la estatua, mientras los tambores ahogaban los gritos del niño hasta que este moría quemado.

 

Salomón de igual manera desobedeció, y se casó y se contamino con Naama la amonita. La palabra dice: "Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel, para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita." (1 Reyes 14:21), así como con muchas otras mujeres paganas y, como Dios lo había advertido, él fue arrastrado a la idolatría (1 Reyes 11:1-8).

 

Salomón se corrompe al casarse con mujeres paganas. "Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A estas, pues, se juntó Salomón con amor". 1 Rey 11:1-2

Dios decreta juicio y divide el reino a causa del pecado de Salomón. "Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová. Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo. Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido". 1a Rey 11:9-13

 

No se registra ninguna guerra con los amonitas durante el reinado de Salomón. Por el contrario, como vimos, él tomó una o más esposas amonitas y permitió en Jerusalén la adoración de Milcom, el dios amonita. Es probable que la adoración de Milcom haya continuado en Jerusalén hasta que Josías la abolió muchos años después (2 Rey. 23:13).

 

Durante los siglos viii y vii a. C. hay varias menciones a los amonitas en fuentes asirias. Al parecer los asirios pedían tributo a los reyes amonitas y cambio ayudaban a proteger las rutas comerciales de los grupos nómadas. Durante este periodo el reino de Amón extendió sus fronteras al oeste hasta el río Jordán, al norte hasta Galaad y al sur hasta Hesbón. Las principales ruinas halladas datan de este periodo, así como los sellos, inscripciones y estatuaria, todo ello indicando la prosperidad de la región.

 

Aunque ayudaron a Nabucodonosor II en su campaña contra los israelitas, luego se rebelaron contra los babilonios, motivo por el que el territorio se anexionó a las provincias imperiales. En época persa el término «amonita» se había convertido en meramente geográfico y se aplicaba sobre todo a las tribus árabes que se habían asentado en el territorio del antiguo reino de Amón.

 

En el siglo i el territorio fue incorporado por los romanos en la provincia de Judea. La última mención a los amonitas data de tiempos de los macabeos, cuando Judas Macabeo se enfrentó a ellos en varias batallas

 

En los tiempos del nuevo testamento, los judíos se habían establecido en la zona, y se conocía como Perea. La última mención de los amonitas como pueblo separado fue en el segundo siglo por Justino Mártir, quien dijo que eran muy numerosos. Los amonitas fueron incorporados sucesivamente al Imperio asirio, al babilonio y al persa. Pero durante su período de independencia constituyeron una seria amenaza para los israelitas, por lo menos hasta los tiempos de los Macabeos, en que la capital se conocía con el nombre de Filadelfia. En algún momento del período romano, parece que los amonitas habían sido absorbidos en la sociedad árabe. 

 

Por sus pecados y especialmente porque constantemente hostigaban a Israel, Ezequiel predijo la destrucción total de ellos por burlarse de Israel cuando el santuario fue profanado. De acuerdo a la siguiente profecía.

 

Profecía contra los amonitas. "Entonces el SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, profetiza en contra de los amonitas. Diles que escuchen el mensaje del Señor DIOS. Dice el Señor DIOS: Ya que ustedes se burlaron cuando mi santuario estaba siendo profanado, el pueblo estaba siendo destruido y la gente de Judá estaba siendo llevada al exilio, yo haré herederos míos a los pueblos del oriente. Armarán las carpas militares entre ustedes y se comerán la fruta y se tomarán la leche de ustedes.  Convertiré a Rabá, la ciudad de los amonitas, en un pastizal de camellos y ovejas. Así aprenderán que yo soy el SEÑOR".  »Pues el Señor DIOS dice: Ya que se divirtieron burlándose del pueblo de Israel con tanto desprecio, hasta aplaudiendo y pisando fuerte para celebrar, yo voy a extender mi mano contra ustedes y los entregaré a las naciones como despojo. Los arrancaré de las demás naciones. Los destruiré y los borraré del mapa. Así aprenderán que yo soy el SEÑOR». Ezequiel 25:1-7

 

Idioma amonita. El idioma amonita estaba estrechamente relacionado con el hebreo bíblico, hasta el punto de considerarse una variedad dialectal. Del idioma amonita sobreviven solo algunos fragmentos. Destaca sobre todo la inscripción de la ciudadela de Amán, del siglo xi a. C.,7 la botella de bronce de Tell Siran (siglo vii-vi a. C.) y unos pocos óstraca.

 

De alguna manera quedó el testimonio de que a pesar de que los Moabitas y Amonitas aunque fueron parientes cercanos con los Israelitas, no entraron en los propósitos de Dios como pueblos. Pero Dios en su gracia los consideró y aun les dio una tierra para ellos, como lo dice su palabra.  Dios les ordenó: "Y cuando te acerques a los hijos de Amón, no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he dado por heredad" Deut 2:19

 

Bendiciones de lo alto

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Comentarios: 1
  • #1

    Julio (martes, 27 febrero 2024 07:52)

    Bendiciones !buenisima la información histórica de quien eran los amonitas y moabitas

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DE UNCION DE LO ALTO

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