La Posesión demoníaca

en las escrituras

 

Es la condición en la que uno o más espíritus malignos habitan el cuerpo de un ser humano con un completo dominio sobre él, haciéndolo actuar o hablar a voluntad como él quiere, sin que la víctima pueda resistir, y por lo tanto, sin que sea moralmente responsable. Los demonios expresan su (s) personalidad(es) a través de ese cuerpo. Pueden poseerlo desde un demonio hasta legiones enteras.

 

La persona que es víctima de una posesión, está endemoniada o poseída. Es cuando el espíritu maligno entra en su cuerpo y le hace hablar y comportarse no como la persona quiere sino como el tal espíritu inmundo quiere.

 

"Los signos exteriores de la posesión son casi siempre los mismos: la individualidad de la persona se desvanece y surge una distinta, la demoníaca, que dura más o menos tiempo, a modo de un ataque".

 

Es evidente que los espíritus malignos desean controlar el cuerpo físico de la persona que habitan. Este efecto se puede detectar claramente en la conducta física desviada y en la decadencia mental de esos individuos. La salud mental a consecuencia se deteriora. La personalidad cambia dramáticamente y a menudo se desintegra porque los demonios se apoderan de las estructuras de la personalidad, y la usan para sus propios propósitos malvados.

 

En algunas ocasiones se pueden dar casos de personalidad múltiple, ya que pueden estarse manifestando diferentes personalidades de demonios siendo confundidos con la bipolaridad.

 

1. Dado que los espíritus demoníacos son invisibles, se mueven libremente no sólo en los reinos atmosféricos (Ef. 2:2, 6:12),
2. Sino también en los hogares de las personas (1 Sam 18:10, 11),
3. En espacios abiertos, lugares áridos (Mat. 12:43- 45),
4. En los confines físicos del cuerpo humano (Mat. 8:28-32; Mc. 7:25-30),
5. E incluso en los animales (Mat. 8:30-32).

 

A continuación, solo deseo ejemplificar las características que presentan los demonios y las personas endemoniadas a la luz de las escrituras. Esto le ampliará la visión

 

a) Conocen a Jesús y su autoridad. Y había en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: ¡Déjanos!, ¿qué tienes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios. (Luc.4:34)

 

b) Aíslan a las personas a lugares solos. Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. (Mat.5:2-3)

 

c) Son violentos y poseen una fuerza descomunal. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, más las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. (Marc.5:4)

 

d) Inducen a las personas a auto lastimarse. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. (Marcos 5:5)

 

e) Pueden poseer a los niños. Jesús le preguntó al padre: «¿Desde cuándo le sucede esto?» Y el padre respondió: «Desde que era niño». (Marc. 9:21)

 

f) Su propósito es matar a la persona. Muchas veces lo arroja al fuego, o al agua, con la intención de matarlo. Si puedes hacer algo, ¡ten compasión de nosotros y ayúdanos!» (Marc.9:22) 111

 

g) Sacan espumas por la boca. Cada vez que se posesiona de él, lo sacude; entonces mi hijo echa espuma por la boca, rechina los dientes, y se queda rígido…... (Luc.9:14)

 

h) Pueden romper grilletes y cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo. Marcos 5:4

 

i) Debe ordenárseles salir de forma precisa. Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu impuro y le dijo: «Espíritu sordo y mudo, ¡yo te ordeno que salgas de este muchacho, y que nunca vuelvas a entrar en él!» (Luc.9:25)

 

j) Salen sacudiendo el cuerpo con violencia. El espíritu salió gritando y sacudiendo con violencia al muchacho, el cual se quedó como muerto. En efecto, muchos decían: «Está muerto.» (Luc.9:26)

 

k) Salen dando grandes voces. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, éstos salían de ellos gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanados. (Hech.8:7)

 

l) Se les debe reprender sin dejarlos hablar. También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo. Luc.4:41

 

m) Salen con ayuno y oración. Cuando Jesús entró en la casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?» Jesús les respondió: «Estos demonios no salen sino con oración.» Luc.9:28-29 n)

 

n) Pueden poseer a las personas desde un espíritu hasta legiones. “…Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.” (Marc.5:9)

 

o) Dichos espíritus inducen a pecar. Lo hizo con Judas para entregar a Jesús por dinero. “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,” (Juan 13:2)

 

p) Los demonios saben que su fin será uno de tormento. “¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mateo 8:29).

 

q) Jesús les da autoridad a sus discípulos. Entonces llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. (Mat.10:1)

 

r) Los que creen en Jesús pueden echar fuera demonios. Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, …(Marc.16:17)

 

s) Se debe atar primero al hombre fuerte. Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Porque ¿Cómo puede 112 alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. (Mat.12:28.29)

 

t) Echarlos fuera con la palabra y en el nombre de Jesús. En otro pasaje nos enseña “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;” (Mateo 8:16).

 

u) Ungir con aceite. Jesús nos enseñó a ungir con aceite “Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.” (Marcos 6:12)

 

Y para concluir este capítulo solo diremos que existe una increíble cantidad de información en la palabra de Dios con respecto a las actividades oscuras de los demonios. solo para confirmar lo que hemos venido diciendo a través de este escrito.

 

a) Pueden habitar en personas y causar diferentes enfermedades, sordera, mudez y ceguera (Mat. 4:23, 24; 9:32, 33; 12:22).

 

b) Pueden causar convulsiones e instigarlos a cometer suicidio y asesinato (Mat. 17:14-18; Mc. 5:1-8, 9: 20-27 y Juan 8:44).

 

c) Ellos pueden despertar deseos pecaminosos, inmundos de la carne en las personas o ser el origen de ellas (Luc. 4:33-37; Ef. 2:1-3, 1 Jn. 2:15-17).

 

d) Ellos pueden engañar, decir mentiras y difundir falsas profecías y doctrinas (1 Re. 22:21, 22; Jn. 8:44, 1 Tim. 4:1, 2; 1 Jn. 4:1-6, Ap. 9:20,21).

 

e) Ellos pueden oprimir a la gente, son celosos, se comprometen en adivinación y engañan a las personas con respecto a la comunicación con el difunto (Lev. 20:27; Deut. 18:9-14; 1 Sam. 16:14; 18: 8-11; 10:13, 5: 8, 9).

 

f) Seducen a la gente e incitan a usar narcóticos y drogas (Ap. 9:20,21). La palabra hechicería se traduce aquí de la palabra original pharmakia griega, que es la que se deriva la palabra farmacia. Por lo tanto, las brujerías se refieren al uso de drogas.

 

g) Seducen a la gente para adorar a dioses falsos (Lev. 17:7, Deut. 32:17, Mc. 5:2-5, 1 Cor. 10:20 y Ap. 9:20). h) La lucha en el mundo de los espíritus es librada por ellos, (demonios) contra los creyentes (Ef. 6:10-18).

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