EL PELIGRO DE LA FALTA DE ORACION EN LA IGLESIA

 

"y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado". Sg 4:17 ..."Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros" (1 Samuel 12:23). Según Samuel, la falta de oración es un pecado.

 

La oración es el alma del caminar del cristiano con Dios.  La oración nos conecta con Dios, la oración es una forma eficaz para amar y conectarse con los demás, y la oración deja un lugar en el corazón de aquel que ora para oír la voz clara del Señor. La biblia dice "orad sin cesar" (1 Tes 5:17), entonces cualquier otra cosa diferente a una actitud permanente de oración y comunión con Dios, es pecado. Cualquier cosa que interrumpa nuestra conexión con Dios o conduzca a la autosuficiencia, es un error.

 

En mi generación hacíamos campamentos y retiros juveniles. Solíamos ir a orar al campo. Cierto es que nuestros campamentos eran rústicos, al aire libre o bajo un árbol,  de forma precaria. No había las instalaciones y comodidades que ahora existen en muchos lugares. Pero al momento de orar a Dios eso no importaba. Íbamos con el corazón dispuesto y expectante de lo que podía suceder al buscar la presencia de Dios. Nuestros campamentos duraban 3 días y éramos motivados con la palabra, y desafiados a orar. y si; teníamos oración, mucha oración. Por las noches nos reuníamos al rededor de una gran fogata y empezábamos adorar, y después orábamos todos unidos tomados de la mano.

 

Y de pronto Dios nos sorprendía con la visitación de su Santo Espíritu. Poco a poco, a la luz del fuego y través de cantos de adoración se veían los rostros que Dios empezaba a tocar, y que posteriormente terminaban tirados en el suelo, quebrantados por el Espíritu Santo. Recuerdo las ocasiones en que nos sorprendía la lluvia, nadie corría a protegerse en su carpa. Seguíamos orando aun con la lluvia. Algunos pidiendo perdón y llorando, y otros clamando desde lo mas profundo de sus corazones.

 

Decenas de jóvenes caían quebrantados. Unos en el pasto y otros en el lodo seguían clamando y llorando al Señor. Había otros que eran bautizados con el Espíritu Santo y se les escuchaba hablar en nuevas lenguas. Nadie reparaba que nuestras ropas estuvieran sucias y mojadas por el lodo y la lluvia. ¡Que importa el lodo, la lluvia o el frio, cuando estás siendo tocado por el Señor! ¡si Dios estaba ahí llenando nuestros corazones!. si, estábamos siendo tocados y sellados por su Santo y divino Espíritu.. Su palabra dice: En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Efes 1:13-14. 

 

Un legado que permanece. Los testimonios al cierre del campamento eran impresionantes mientras nos sentíamos rodeados de una atmosfera reverencial. Algunos testificaban que tuvieron visiones acerca de Jesús, otros que vieron ángeles, o como mi hermano en la carne que era la primera vez que iba, el tuvo una visión donde vio a Jesús que le señalaba unas escaleras que llegaban hasta el cielo, y muchas cosas más.

 

Y así; cada uno tenia algo que contar. Lo mas importante era que esa generación de jóvenes habíamos experimentado que solo a través del clamor y de la oración se puede tener un encuentro real con Jesucristo. ...Y todo porque tuvimos siervos de Dios, pastores que nos motivaron y nos llevaron de la mano al trono de la gracia para que clamáramos a un Dios vivo. Esos hombres de fe nos habían dejado un legado maravilloso. Enseñarnos a clamar y a buscar a Dios en oración. Aun recuerdo a esa juventud gozosa, dinámica, espiritual y animada por las cosas de Dios. Muchos de ellos son ahora pastores y ministros que le sirven al Señor. Fue una generación marcada por su búsqueda de Dios en oración.  

 

La falta de oración, una preocupación alarmante en la actualidad. La falta de oración de manera personal nos puede llevar al fracaso espiritual y a terminar luchando en nuestras propias fuerzas. La falta de oración como iglesia es un desacato al mandato de Dios de amar a los demás. Y no debemos orar solo por aquellas personas por las cuales no nos es difícil. la palabra dice: "Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres" (1 Timoteo 2:1). Jesús nos dice que también debemos orar por los que nos persiguen, orar los unos por los otros. 

 

Si somos cristianos preocupados debemos tener cuidado. Si; Cuidado con el enfriamiento espiritual. Un día pablo le dijo a los gálatas. ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?  Gal 3:3. Porque cuando la iglesia se aleja de las cosas espirituales y de su búsqueda de Dios en oración, dejará de cumplir el propósitos de Dios como congregación. Esto la puede llevar incluso apartarse de la fe verdadera y terminar en la carne. En esta condición se es fácil aceptar posturas de culto y "modismos espirituales" de otras congregaciones afectando la doctrina y la fe en la siguiente generación. 

 

Le llegará la Decadencia y la apostasía. "Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos" 2a Tim 4:3-4. Así es como penetra la decadencia en la iglesia. Así es como entra la apostasía. Así es como se descuidan los fundamentos de la doctrina y de la fe. Así es como salen a superficie opiniones liberales e inciertas acerca de la sana doctrina cristiana. Es una realidad seria y trágica que una iglesia puede realmente fallar. El punto de ruptura llegará cuando deje de ser una iglesia cristiana dinámica y espiritual. Los creyentes que queden sabrán que la gloria se ha ido.

 

¿Qué pasaría si fuera visible la nube y la columna dé fuego en cada congregación?. En los días de la peregrinación de Israel, Dios dio la nube visible de día y la columna de fuego de noche como testimonio y evidencia de Su gloria y constante protección. La palabra dice: Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Éxodo 13:21 Si Dios siguiera dando las mismas señales de Su Presencia permanente, me pregunto; ¿Cuántas congregaciones tendrían la aprobadora nube de día y la columna de fuego de noche?.

 

Una percepción espiritual. Si tienes alguna percepción espiritual de lo que esta sucediendo en la actualidad, estarás de acuerdo que en nuestra generación y en cada comunidad, grande o pequeña, hay iglesias que existen meramente como monumentos de lo que solían ser. La gloría se ha ido. El testimonio de Dios y de la salvación y de la vida eterna es ahora sólo un sonido incierto. El monumento está ahí tratando de sobrevivir con los pocos que le quedan, pero como iglesia ha fracasado.

 

Dios no espera de nosotros que abandonemos. Que cedamos y que aceptemos la iglesia como está, y que demos nuestro asentimiento a lo que está sucediendo. El espera que Sus hijos creyentes midan la iglesia frente a las normas y bendiciones prometidas en la Palabra de Dios. Que regresen a las sendas antiguas. el Señor dice: "Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma...." Jer.6:16.

 

Puede que la iglesia se este enfriando y apartando del camino. Pero si el ministro se corrige en su comunión con Dios y lo transmite a la iglesia, será como el paciente que recibe atención medica de inmediato. No morirá sino que vivirá. Será sanada, restaurada y liberada para cumplir con la encomienda divina. Entonces, con amor y reverencia y oración, conducidos por el Espíritu de Dios, trataremos quieta y pacientemente de alinear la iglesia con la Palabra de Dios. Cuando esto comience a suceder y la Palabra de Dios reciba su lugar de prioridad y vuelva el espíritu de oración, entonces la presencia del Espíritu Santo volverá a resplandecer en la iglesia. Esto es lo que mi corazón anhela ver. El consejo es que como pastor busquemos referencia y testimonios de hombres piadosos y su secreto en la oración que nos enseñen.

 

ADONIRAM JUDSON. Acostumbraba pasar mucho tiempo orando de madrugada y de noche. Se dice que gozaba de la más intima comunión con Dios cuando caminaba apresuradamente. Su consejo era: Si te es posible, planifica tus asuntos, de manera que puedas pasar dos o tres horas todos los días, no solamente adorando a Dios sino orando en secreto.

 

Mr. Finney cuenta acerca de una iglesia en la que hubo un avivamiento continuo durante trece años. Al fin cesó el avivamiento, y todos se llenaron de temor y se preguntaron a qué se debía eso, hasta que un día, un hombre, inundado en llanto, se puso de pie y dijo que durante trece años había orado todos los sábados hasta más de media noche, pidiéndole a Dios que glorificase su nombre y salvara a la gente, pero hacía dos semanas que había dejado de hacerlo y el avivamiento había cesado. Si Dios contesta la oración de ese modo, ¡cuán tremenda es la responsabilidad que pesa sobre todos nosotros instándonos a que oremos!

 

La oración deja un lugar para la voz clara de Dios. La falta de oración debilita nuestra capacidad para escuchar a Cristo cuando él susurra palabras de corrección o convicción en nuestro espíritu. Hebreos 12:2 nos recuerda que Cristo es el "autor y consumador de la fe". Sin su Espíritu que vive en nuestros corazones, estaríamos en un camino áspero siguiendo nuestros propios juicios. Mientras oramos para que la voluntad de Dios se haga "en la tierra como en el cielo" (Mateo 6:10), se revela la contrariedad de nuestra propia voluntad.

 

Dios tiene sus propios propósitos en la creación de cada hombre y mujer. Dios quiere que conozcamos el nuevo nacimiento de lo alto. Quiere que conozcamos el significado de nuestra salvación. Quiere que seamos llenos de Su Espíritu. Quiere que conozcamos el significado, de la adoración. Quiere que reflejemos la gloria de Aquel que nos ha llamado a Su luz admirable. Y quiere que llevemos su luz a las naciones.

 

Si fallamos a este respecto, ¡mejor nos iría no haber nacido! La realidad está bien clara: No hay camino de vuelta. Después de haber nacido de lo alto, no hay camino de vuelta. Somos responsables y tenemos que dar cuenta. ¡Cuan terriblemente trágico ser una higuera estéril, con la exhibición externa de hojas y crecimiento, pero no habiendo nunca producido ningún fruto! ¡Cuan terrible conocer que Dios quería que reflejáramos su hermosa luz, "y tener que confesar que estamos quebrados y que somos inútiles e incapaces de reflejar nada!  

 

La oración es parte de ese cuidado y alimento espiritual, y esta falta de obediencia es ofensa delante del Señor. Filipenses 2:12 nos recuerda: “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”.

 

bendiciones de lo alto

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