LA PARABOLA DEL SEMBRADOR
El vocablo "parábola" proviene de un término griego que literalmente significa "colocar al lado de" con el propósito de hacer una comparación o presentar una ilustración. Tal como lo usaba Jesús, básicamente consistía en una historia humana que ilustraba una lección espiritual.
Podemos encontrar casos del uso de parábolas en el Antiguo Testamento: Por ejemplo la historia de la corderita que Natán le contó a David cuando se deshizo traicioneramente de Urías y tomó a su esposa Betsabé (2 S 12:1-7).
Habiendo explicado lo que es una parábola, debemos hacer una advertencia en cuanto a su interpretación. Una parábola no se debe tratar nunca como una alegoría. En una alegoría, cada escena, personaje y detalle de la historia encierra un significado (por ejemplo, "El Peregrino" de Juan Bunyan). En una parábola no debemos buscar un significado a cada detalle sino fijarnos en la idea principal que intenta resaltar.
La parábola del sembrador. En esta parábola nos ilustra la manera en que los hombres reciben la predicación del Reino y explica la necesidad de tener "buen oído", o sea, la disposición de escuchar la Palabra con corazón humilde y con deseos de saber la verdad y obedecerla. tiene la intención de mostrarnos cómo llega el reino de Dios a los diferentes tipos de corazones humanos.
LA LECTURA BIBLICA:
MATEO 13:1-9
Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.13:9 El que tiene oídos para oír, oiga.
JESÚS EXPLICA LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR
Mateo 13: 18-23
Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
La Palabra de Dios es sembrada durante este intervalo con diversos grados de éxito. Jesús compara el corazón con los diferentes tipos de tierra donde se siembra la semilla. Esta meditación nos invita a reflexionar sobre que tipo de tierra somos, y donde caerá la semilla de su palabra.
Los 4 tipos de terrenos
Los oidores de junto al camino,. “Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron» (Mt 13:4).
Explicación dada por Jesús: «Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino” (Mt 13:19).
Primeramente esto nos explica, que al igual que lanzar una semilla en el pavimento, este tipo de personas tienen el corazón endurecido, tanto así que la palabra no halla lugar en ellos. También, al igual que muchas veces vemos como las aves bajan a comer las semillas que se encuentran en la superficie del pavimento o de las plazas, de esa manera el maligno arrebata la palabra que fue sembrada en ellos.
Por este motivo, una de las muchas referencias que hallamos en la palabra, es cada vez que los fariseos escuchaban al Señor, su religión y sus tradiciones impedían y chocaban con la doctrina de Cristo. De igual manera ocurre hoy en día cuando muchos no aceptan la palabra del Señor y colocando su religión por encima de Dios. Por lo cual, el corazón de estas personas estaba endurecido y la Biblia menciona cuando Esteban dijo: «¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo» (Hechos 7:51).
En pedregales. “Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó» (Mt 13:5-6).
Explicación dada por Jesús: «Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza” (Mt 13:20-21).
Este tipo de personas que describe las escrituras es de corazón poco profundo, al igual que una roca con una fina capa de tierra encima. Por lo tanto, no puede echar raíz, ya que solo ha ocurrido un gozo emocional momentáneo, pero no un arrepentimiento verdadero. Ya que primeramente, cuando se realiza la obra redentora de Cristo en nuestras vidas, lo que se produce en nosotros es contrición, arrepentimiento y humildad, no un gozo efímero y pasajero.
Además la palabra de Dios no puede echar raíz en este tipo de personas, por la falta de una vida de oración, lectura de la palabra y devoción a Dios. En consecuencia a esto, al venir las pruebas, las tentaciones y persecución por causa de la palabra, luego caen.
Así que este tipo de personas son creyentes temporales, que tan pronto vienen las situaciones abandonan la iglesia y no están dispuestos a luchar por la fe que le fue dada (Jn 6:66).
Los oyentes en tierra espinosa. “Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron» (Mt 13:7).
Explicación dada por Jesús: «El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa» (Mt 13:22).
En este ejemplo, el corazón es a medias, y no ha sido rendido totalmente a Dios. Por lo tanto, debemos tener cuidado, porque los afanes van a llegar, pero con respecto a esto, la palabra de Dios nos alienta diciendo: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias» (Flp 4:6).
Por esta razón, debemos orar y clamar a Dios. También debemos detectar los espinos y cortarlos, porque estos estancan la vida del creyente, haciendo que, al tener la mirada puesta en los afanes y las cosas externas, no se lleve fruto a Dios.
En conclusión, en «los oidores junto al camino» y «los oyentes en pedregales», vemos que las causas son internas, «la dureza del hombre y la superficialidad de la carne». Mientras que los «oyentes en tierra espinosa», las trampas son externas, «la codicia de otras cosas» y «los placeres de la vida».
Los oyentes en buena tierra. «Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga» (Mt 13:8).
Explicación dada por Jesús: «Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno» (Mt 13:23).
Este tipo de personas la Biblia las describe en Lucas 8:15, como las de «corazón bueno y recto». Y no solo eso, también dice que son las que «retienen la palabra y dan fruto con perseverancia». Por lo tanto, los requisitos para que la palabra diera fruto en este tipo de creyentes fueron, un corazón sencillo y una mente abierta para comprender la palabra de Dios, aferrándose fuertemente a ella.
Así que es importante que haya mucha oración, para entender, tener paciencia y atesorar la palabra en nuestros corazones con el deseo de guardarla.
Resumen de La Parábola del Sembrador. Al leer la explicación anterior, el resumen de la Parábola del Sembrador seria el Siguiente:
El Sembrador: Quien siembra la palabra.
La Semilla: La palabra de Dios.
El Terreno: El corazón del hombre.
Los de Junto al Camino: De corazón duro.
En Pedregales: De corazón poco profundo.
Entre Espinos: Los de corazón a medias.
En Buena Tierra: Los de todo corazón.
Reflexión de La Parábola del Sembrador, Cada mensaje del Señor Jesús tenia una enseñanza para meditar y poner en practica, la reflexión de la Parábola del Sembrador es la Siguiente:
Junto al Camino: Nos enseña que cada ser humano, es responsable de escuchar y recibir La Palabra.
En Pedregales: Nos da como enseñanza lo importante que tiene congregarse, para echar raíz y aprender mas acerca de la palabra de Dios. Pero también nos exhorta a orar y a tener una vida de devoción a Dios.
Entre Espinos: Nos deja como enseñanza a estar atentos a esos afanes y deseos que pueden convertirse en espinos en nuestras vidas. Por este motivo, debemos detectarlos y cortarlos, pidiendo ayuda a Dios en oración, para que aparte esos afanes y deseos que quieran estancar nuestra vida espiritual (He 2:18).
En buena tierra: Nos enseña a perseverar en la oración y seguir en el camino que Cristo trazó para nuestras vidas.
La Parábola del sembrador en la Biblia. El mensaje de la Parábola del Sembrador en la Biblia se encuentra en los siguientes evangelios.
1-Evangelio de Mateo 13:1-9. Explicada por Jesús Mt 13:18-23.
2-Evangelio de Marcos 4:1-9. Explicada por Jesús Mr 4:13-20.
3-Evangelio de Lucas 8:4-8. Explicada por Jesús Lc 8:11
Bendiciones de lo alto
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