La Parábola

del crecimiento de la semilla

 

Esta parábola pone el contrapunto para recordarnos que la salvación es el resultado de la obra sobrenatural de Dios en nosotros realizada por su Espíritu Santo a través de su Palabra.

 

Interpretación de la parábola. La parábola representa al Señor Jesucristo predicando la Palabra durante su ministerio público antes de regresar al cielo. La semilla sembrada empieza a crecer de forma misteriosa en sus discípulos y en la multitud, imperceptible pero victoriosa. 

 

Jesús dijo: «El reino de Dios es como cuando un hombre arroja semilla sobre la tierra: ya sea que él duerma o esté despierto, de día y de noche la semilla brota y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra da fruto por sí misma: primero sale una hierba, luego la espiga, y después el grano se llena en la espiga; y cuando el grano madura, enseguida se mete la hoz, porque ya es tiempo de cosechar.» Marc 4:26-29

 

El poder del Espíritu. Es el poder interior del Espíritu Santo el que produce el inicio del proceso, así como el proceso y la consumación de la obra. Nosotros no sabemos cómo actúa el Espíritu, por medio de la Palabra, para cambiar un corazón regenerándolo. Este crecimiento puede ser lento, pero es continuo; una vez que germina la semilla de la salvación en el corazón del hombre, nada puede impedir el desarrollo de la obra de Dios. El Apóstol Pablo estaba convencido de ello, y lo dice a los filipenses (Fil 1:6) "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo".

 

Ten la paciencia del labrador. El crecimiento lento de la semilla es un llamamiento a la paciencia del labrador. Este crecimiento es apenas imperceptible. Si vemos una planta todos los días no percibimos su crecimiento. Es como el crecimiento de los niños. El apóstol Santiago nos ilustra al respecto cuando dice: "Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca". San.5:7-8

 

En especial esto es una dura prueba para el hombre moderno que desea que todas las cosas se hagan rápidamente y que mide el éxito por la rapidez con que algo se logra. Seguramente una de las tendencias más destructivas en la iglesia actual es nuestra insistente exigencia en obtener resultados de inmediato. ¡Cómo nos cuestan las esperas! Pero Jesús dijo: "Primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga". Es un proceso observable pero que lleva su tiempo.

 

Planta con fe y con gozo. En esta parábola, el sembrador planta con fe y cosecha con gozo. Una vez terminada la siembra, simplemente se despierta un día para descubrir que las semillas ya se han desarrollado por completo y que, bajo la influencia de la riqueza del suelo, el sol, la lluvia, el viento, el rocío, así como de otros factores que no puede manipular, las hojas brotan y se forma la espiga. 

 

La semilla crece y da fruto a su tiempo. Aquí vemos que el Reino crece de una manera oculta, por el proceso interno de la germinación de la semilla. Aprendemos también que el Señor enseñó que el Reino no se manifestaría de forma inmediata, sino que lo haría según el horario establecido por Dios mismo, del mismo modo que la semilla sembrada no da fruto inmediatamente. Los discípulos de Jesús estuvieron 3 años con el maestro, y mientras eran enseñados con la palabra ellos crecían. Y así; como el árbol deja caer sus semillas a tierra listas para germinar, ellos fueron dejados para que dieran sus propios frutos. 

 

Dios da el crecimiento. Pablo nos ilustra con esta enseñanza diciendo; "Yo sembré, y Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que siembra ni el que riega son algo, sino Dios, que da el crecimiento. Y tanto el que siembra como el que riega son iguales, aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios". 1 Corintios 3:9

 

Sembremos la semilla de reino. Dios tiene que ser la fuerza principal que impulse nuestra siembra y cosecha. La germinación y el florecimiento de las semillas plantadas del Evangelio en el corazón de aquellos que la escuchen será obra de Dios. La semilla plantada nacerá y crecerá bajo la influencia, poder y dirección del Espíritu Santo. El hace crecer la semilla hasta convertirlas en arboles fructíferos que dan fruto. Nosotros solo podemos participar en la humilde tarea de sembrar, cuidar y regarla con amor con la instrucción de la palabra de Dios. "Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz". Sant 3:18

 

La semilla no nace donde no ha sido sembrada. Esta es la razón por la que Cristo escogió a Doce para enviarlos a predicar, luego a setenta y finalmente a todos sus discípulos. Mientras que los reyes de este mundo preparan y envían soldados, Cristo envió predicadores. Sembradores del reino de Dios.

 

La siembra nos recuerda las diferentes etapas en el trabajo del labrador. Habrá días en que todo lo que uno hará es sembrar, habrá otros días en que tendrá que esperar y otros en los que segará. Pero mientras un campo se sembró, se prepara otro para continuar con la siguiente siembra. A veces vemos cierta cosecha de siembras que hicimos y paramos de sembrar. Jesús dijo: Ustedes dicen: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”; pero yo les digo que se fijen en los sembrados, pues ya están maduros para la cosecha”. Jn 4:35

 

No pares de sembrar. La palabra nos dice: "No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos". Gal 6:9 Nos recuerda esto: "El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará". 2 Cor 9:6

 

No te equivoques de semilla. "El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna". Gálatas 6:8

 

El tiempo de la siega. La siega tiene varios aspectos. Al recogerla trae gozo y alegría al cortarla. Enseguida se golpea sobre la hierba para trillarla, y por fin quemar la paja sobrante. Finalmente, después de un tiempo indeterminado se desarrolla una cosecha de verdaderos creyentes que son llevados al granero celestial. “ …y después el grano se llena en la espiga; y cuando el grano madura, enseguida se mete la hoz, porque ya es tiempo de cosechar.” Marc 4:26-29

 

Bendiciones de unción de lo alto.

SI TE HA GUSTADO ESTA PÁGINA

DEJANOS TU COMENTARIO

Y GRACIAS POR VISITARLA

Comentarios: 0

¿Has sido Bendecido por este Ministerio?

Estado del tiempo en México

Alerta sismica en linea

DE UNTIMA HORA ....

BENDICIONES

DE UNCION DE LO ALTO

Hola, unción de lo alto les desea hermosas y abundantes bendiciones y que el Dios de toda gracia les conceda las peticiones de sus corazones, les animamos a que sigamos adelante con nuevos propósitos y proyectos en Cristo para la honra y gloria de su santo nombre, a no escatimar esfuerzos sabiendo que la obra de nuestras manos no es en vano, por lo que ponemos en sus manos estos pequeños panes y peces y que el Señor lo multiplique en su corazón, y como dice su palabra, no nos cansemos de sembrar que a su tiempo segaremos, bendiciones a todos nuestros Hnos, amigos y siervos en Cristo, así, como a toda la familia en la fe les deseamos los pastores  Martha Régules  y Daniel Vinalay autores de esta página

Gracias

por visitar nuestra página 

¡Muchas gracias!

A todos nuestros amigos y hermanos en Cristo, reciban un abrazo y un saludo desde Quintana Roo. México, estamos agradecidos por todos sus comentarios y bendiciones que nos han dejado en esta página, ¡Que el Señor los bendiga a todos! Es una satisfacción el saber que Dios le ha bendecido abundantemente, les pedimos por favor que sigan orando por nosotros y porque unción de lo alto siga tocando a muchos corazones mas.

 

Amado hermano en Cristo, Antes de cerrar esta página ponga su mano y ore al Señor que su unción se siga derramando y siga tocando los corazones para todo aquel que visite esta página así como lo ha hecho contigo. 

Para recibir peticiones o sugerencias puede escribirnos vía email.

Atención: Los campos marcados con * son obligatorios.