NUESTRO CAMINAR
A LA LUZ DE LA PALABRA
Para todos aquellos que se determinen caminar a la luz de la palabra de Dios, deberán seriamente cuestionarse lo siguiente: ¿Para qué estoy aquí en la tierra? ¿Cuál es mi propósito?, ¿Para qué estoy vivo? ¿Cuál es la luz que guía mi vida? ¿En qué principios me estoy basando para tomar las direcciones que guían mi caminar?
Para todas estas preguntas las respuestas las tiene Dios en su palabra. La verdadera luz y lámpara que existe para nuestras vidas es la Palabra de Dios, ahí es donde encontramos salvación, sabiduría, consejo, dirección, ánimo y exhortación, para vivir una vida que glorifique a Dios
Dios nos habla de forma directa y franca cuando dice, "...Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios. Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos." (Prov. 4:24-26)
“…El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. (Efe 4:28-31)
En estos versículos hay una invitación a poner todo nuestro ser con sus miembros bajo la autoridad de la bendita Palabra de Dios. Es decir, la mente, los oídos, los ojos, la boca, los labios, los pies, el caminar diario que es la conducta, el corazón, todo nuestro proceder con sus intenciones. Ponerse bajo la autoridad de Dios es estar sumiso en espíritu, alma y cuerpo a su entera voluntad.
En hebreo se usa la palabra 'autoridad' en diferentes contextos. La frase "...y ponte sumisa bajo su mano," (Gn. 16:9) denota la participación de la voluntad humana que se somete a la autoridad. En el texto de hoy, es Dios quien nos está diciendo que pongamos nuestros miembros bajo su autoridad, "Aparta de ti la perversidad de la boca"..."Tus ojos miren lo recto"... "Examina la senda de tus pies"... y "todos tus caminos sean rectos." Etc.
Pablo nos deja instrucciones muy precisas al respecto, "Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia" Romanos 6:13.
Que nuestra oración siempre sea, "Señor ayúdanos a vivir bajo la dulzura y autoridad de tu Palabra, y que ella cual tizón, queme nuestro pecado y encienda la llama de la obediencia para nunca beber del ajenjo del pecado." "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí." Sal. 51:10
Les invito a meditar en cómo es nuestro caminar bajo la luz de las escrituras, pero sigamos el consejo de Jesús que dice: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. (Jn. 5:39).
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