¡EL PRECIO DE UNA VIDA

SIN ORACION!

 ¡Por favor tomate unos momento para leer esto!.

 ¿Has considerado el altísimo precio que hay que pagar por vivir una vida falta de oración?

 El Señor dice: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el Espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” mateo 26:41 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mat.6:6)

 Considera por un momento el caso de un predicador de mucho éxito, que, inesperadamente para sus seguidores cayó víctima del pecado del adulterio. Cuando se le preguntó cuál había sido la razón de su poca edificante conducta, contestó: «Todo comenzó cuando descuidé mi vida de oración...».

 Todo cristiano tiene que pagar un alto precio cuando permite que la oración no sea prioritaria en su vida.

 Cuando la oración no es algo esencial en nuestra vida, perdemos la preciosa oportunidad de pasar tiempo a solas con el Señor, y más cuando pasan los días, las semanas y los meses con una oración superficial. En tal situación, se experimenta una falta de fortaleza en el alma y un vacío en el corazón, acompañado de un extraño sentido de intranquilidad, de inseguridad y zozobra.

 Cuando no hay oración en nuestra vida, nuestra relación con Dios empieza a depende solo del conocimiento que tenemos de él y de su gracia que nos sostiene, pues su unción se apaga y la presencia de su Espíritu se aleja.

 Entonces; toma el control el alma y trata de suplir con emociones la falta de vida del Espíritu. El alma empieza a usar los argumentos y los talentos naturales ante la falta de unción. Pero al mismo tiempo corremos el riego de que se salga todo de control, pues un alma controlada por sentimientos reacciona a la carne y con emociones negativas, quien va destruyendo paso a paso lo que El Espíritu construyó en nuestra vida con la dirección de Dios, y lo peor es; que muchos se acostumbran a ese estilo de vida y se termina en la carne lo que un día se comenzó en el Espíritu como le dijo Pablo a los gálatas.. ¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne? Gal.3:3

 En cambio, cuando vivimos una vida de oración, el peso de las cargas se aligera enormemente, pues es quitado de nuestros hombros los yugos y se rompen las cadenas de opresión, la paz y el gozo florecen por la mano poderosa del Altísimo, y su unción fluye con libertad cual rio cristalino, lo mismo que los dones. Y como dice la palabra que todo lo que el hombre sembrare, eso también segara… Hombres espirituales engendran hijos espirituales, hombres carnales engendran hijos carnales, tal cual es el maestro así serán sus alumnos.

 Si la oración es tan vital como el aire que respiramos, Si la oración es considerada el aliento del alma ¿Por qué hay tantísimas personas que eligen orar tan poco?, Cuando en una iglesia hay falta de oración debemos preguntarnos qué tanto ora su pastor, porque un pastor que ora llevara al pueblo a clamar ante Dios porque sabe que ahí está la victoria.

 Ahora bien, no todo es culpa de los pastores, pues en muchas iglesias si hay vida de oración y se hace el llamado a interceder, pero en las reuniones solo asisten entre un 20 y 30 % de la membresía, y esta es una triste realidad, pues existe un gran número de cristianos no comprometidos con el Señor, ni con su obra, ni con su propia vida espiritual, y es que muchos se han acostumbrado a vivir vidas débiles y fracasadas, y el no asistir lo esconden bajo la excusa de cualquier pretexto y aceptan el funesto error de que no necesitan de la oración. Se acostumbran ir a las iglesias el día domingo solo para calmar sus conciencias y sienten que con esto ya cumplieron.

 Como consecuencia de cultivar tal estilo de vida, ponen toda su confianza en ellos mismos, en sus propios recursos naturales, económicos y en su propia capacidad intelectual, en lugar de ponerla en Dios y en su omnipotencia. Y sí; se vuelven tan vulnerables que hasta corren el riesgo cierto de que les sobrevenga un desastre en su vida o ministerio.

 ¿Cuál es la solución para evitar una vida tan pobre en lo que respecta a la oración?

 La solución se encuentra en dar una alta prioridad a la comunión con nuestro Señor y a su compañerismo. Después de todo, necesitamos mantener nuestro compañerismo con Dios para escuchar su voz y conocer su voluntad para nuestra vida, y no solo por eso; sino también porque de ella depende nuestra vida eterna si de verdad queremos estar algún día con el Señor.

 Si has permitido que ciertas cosas se interpongan entre tú y tu Padre celestial, si has permitido que algún pecado destruya tu vida de oración, como la apatía, la indiferencia y la frialdad confiésalo a él hoy, nunca es demasiado tarde para empezar.

 Cuando revitalices tu vida de oración, que es la clave de toda victoria y la antesala de toda vida poderosa, serás capaz de experimentar su fortaleza y las bendiciones del cielo, y tu vida cristiana será saludable.

BENDICIONES DE UNCION DE LO ALTO

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