¿Estas deprimido?

 

Muchas personas pueden sentirse abrumados por la depresión y a menudo buscan un poco de sabiduría y guía que les ayude a superar estos momentos difíciles.

 

La depresión es un padecimiento que se ha propagado grandemente afectando a millones de personas, tanto a cristianos como a no cristianos. Quienes sufren de depresión pueden experimentar intensos sentimientos de tristeza, ira, desesperanza, fatiga y una variedad de otros síntomas. Pueden empezar a sentirse inútiles y aún pensar en el suicidio, perdiendo interés en cosas y personas con las que antes disfrutaban. Con frecuencia la depresión es provocada por las circunstancias de la vida, tales como la pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido, el divorcio, hostigamiento y amenazas, o problemas psicológicos como el abuso o la baja autoestima.

 

En estas situaciones, la Escritura es un gran punto de partida. La Biblia contiene algunos pasajes poderosos  donde se habla de hombres de fe que pasaron por una etapa de depresión, esto puede ayudarnos a tener una comprensión profunda de quién es Dios y de como Dios puede librarnos de ella. 

 

Uno de los profetas más poderosos del Señor que registra la Biblia es Elías, quien a pesar de que era un hombre sujeto a pasiones humanas como las nuestras, la biblia dice: "Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses". (Sant. 5:17), Dios lo usó grandemente para mostrar su Poder por medio de él.

 

El episodio del profeta Elías que queremos exponer para ser estudiado en esta ocasión, se refiere a la depresión, la tristeza, el desánimo que embargó al hombre de Dios después de obtener una gran victoria, de todo lo cual podemos extraer grandes lecciones para nuestra vida. Se encuentra en (1 de Reyes 19:1-18).

 

1. Elías permitió que el temor se apoderara de el. Elías venia de una gran victoria donde había orado y hecho descender fuego del cielo. pero permitió que las amenazas de Jezabel lo perturbaran.  "Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos".

 

2-Elías no enfrentó el problema, sino que huyó de él. “Viendo pues el peligro se levantó y se fue...”: (1 de Reyes 19:3). Es asombroso cómo el profeta que había matado a 450 profetas de Baal, (1 de Reyes 18:20-40), en vez de enfrentar el problema con el Poder de Dios que estaba sobre él, salió huyendo.

 

3-Elías empezó a caminar desorientado. “Se fue por el desierto un día de camino...": (1 de Reyes 19:4). En el momento de la prueba, así como nos sucede muchas veces, Elías olvidó quién era el Portentoso Dios al cual servía. Su mente estaba desorientada y confundida. El desierto tipifica soledad y tristeza, pero también el lugar ideal para una gran transformación personal.

 

4-Elías experimentó un fuerte deseo de morir. “Basta ya oh Jehová quítame la vida...": (1 de Reyes 19:4). El profeta se sentía tan abrumado y decepcionado por la dura situación que estaba viviendo y pensando que todo estaba perdido, que hasta le pidió a Dios ponerle punto final a su vida.

 

5-Elías tenía una baja autoestima. “No soy yo mejor que mis padres...” (1 de Reyes 19:4). Uno de los principales recursos que utiliza satanás en contra de los hijos de Dios, es hacerles creer que el Señor los ha abandonado, que no valen nada, que los demás son mejores que ellos.

 

6-Elías estaba cansado física y espiritualmente. “Se quedó dormido...y volvió a dormirse...”: (1 de Reyes 19:5-6). Las largas horas de desvelo provocadas por tanto pensar y pensar en los problemas, nos impiden ver con absoluta claridad una posible solución a nuestras dificultades.

 

7-Elías se aisló. “...Se metió en una cueva...": (1 de Reyes 19:9). Es común que las personas víctimas de angustia y depresión se encierren, ya sea en su habitación o en sus propios pensamientos, en vez de aceptar la ayuda de otras personas o clamar al Señor.

 

8-Elías estaba resentido. “Me buscan para quitarme la vida”: (1 de Reyes 19:10). Una persona deprimida es alguien con un profundo resentimiento contra todo y todos, incluso hasta con Dios, a quien cuestiona y culpa de todas sus desgracias, desde su propio desorden mental.

 

9-Elías entró en una etapa de inactividad. Esto desagradó a Dios porque Elías había sido llamado a ser un hombre de acción denunciando el pecado en Israel. “¿Qué haces aquí Elías?": (1 de Reyes 19:13). A alguien entristecido por su situación ya casi nada le llama la atención, ni siquiera las cosas que antes disfrutaba hacer, ya sea de forma individual o en grupo.

 

a) La depresión a menudo puede hacernos cuestionar a Dios. Cuando nos encontramos con sentimientos de depresión como el de Elías podemos preguntarnos si Dios se ha alejado de nosotros o nos ha dejado a la deriva. Puede ser que sepamos que Dios todavía nos ama, pero podemos empezar a cuestionar su cuidado y su presencia. Capaz empezamos a pensar cosas como: “Si Dios realmente me amara, no me dejaría pasar por un desafío como este”. 

 

 

b) Más se nos olvida que es necesario que pasemos por diversas pruebas durante nuestra vida, para perfeccionar nuestra fe.  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,  a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso. 1a de Pe 1:6-8

 

¿Te identificas con Elías?

Veamos cómo venció su depresión

 

a) Elías descansó en el Señor. "...Un ángel le tocó...volvió a dormirse...": (1 de Reyes 19:5-6). Dios comprendía la dura aflicción por la que pasaba Elías. No lo censuró ni lo condenó, sino que lo alimentó y lo dejó descansar. Así el Señor nos invita a depositar las cargas en Él. (Mateo 11:28): Jesús dijo; "Venid a mí todos los trabajados...y yo os haré descansar".

 

b) Elías renovó sus fuerzas. Esto le permitió reemprender el camino gracias a la comida que Dios le dio. (1 de Reyes 19:8): "Se levantó...comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y noches hasta Horeb, el monte de Dios". Por muy dura que sea una situación, debemos alimentarnos con la comida del Señor que es su Palabra, lo cual nos ayudará a renovarnos física y espiritualmente. y seguramente vendrá el consolador prometido, el Espíritu Santo a  fortalecernos y a renovar nuestras fuerzas.

 

c) Elías obedeció la voz de Dios. (1 de Reyes 19:15): "Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino". Elías dejó de quejarse, dejó de lamentarse y acató la orden que Dios le dio, en otras palabras le dijo: "Deja atrás el pasado, no te he llamado para que estés encuevado, sino para que sigas batallando, recuerda que no estás solo, yo estoy contigo".

 

d) No permitas que la depresión te separa de Dios. Deut. 7:9 dice: “Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos”.

 

Deben asegurarse de estar firmes en la Palabra, aún cuando no sientan deseos de hacerlo. Las emociones pueden desviarnos, pero la Palabra de Dios permanece firme e inmutable.

 

Debemos mantener firme también nuestra fe en Dios, y acercarnos aún más a Él cuando pasemos por tribulaciones y tentaciones. La biblia nos dice que Dios nunca permitirá en nuestras vidas, aquellas tentaciones que estén más allá de nuestra capacidad para manejarlas (1 Corintios 10:13).

 

Aunque el estar deprimido no es pecado, el cristiano sí es responsable de la manera cómo responda a la aflicción.   "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." 2 tim.1:7

 

Bendiciones de lo alto

 

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